Ministerio cristiano : Manantial de Vida, Audiolibro: Meditaciones Diari...

LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS

TÚ Y TU CASA CAPÍTULO 27

El cristiano en el hogar C. H. Mackintosh LA CASA DEL CREYENTE EN EL NUEVO TESTAMENTO A ello contesto que las hijas de Sion habrían podido decir exactamente lo mismo acerca de estas palabras que el Señor les dirige en Isaías 3:18-23: “Aquel día quitará el Señor el atavío del calzado, las redecillas, las lunetas, los collares, los pendientes y los brazaletes, las cofias, los atavíos de las piernas, los partidores del pelo, los pomitos de olor y los zarcillos, los anillos, y los joyeles de las narices, las ropas de gala, los mantoncillos, los velos, las bolsas, los espejos, el lino fino, las gasas y los tocados.” ¿No era eso descender a detalles nimios? ¿No podría decirse lo mismo de este pasaje de Amós 6:1-6: “¡Ay de los reposados en Sion...! que duermen en camas de marfil, y reposan sobre sus lechos; y comen los corderos del rebaño, y los novillos de en medio del engordadero; gorjean al son de la flauta, e inventan instrumentos musicales, como David”? El Espíritu de Dios puede descender a los detalles, cuando la ocasión así lo requiere. Pero algunos todavía pueden decir: «Nuestras casas debieran estar en armonía con el rango que ocupamos en la sociedad, y amuebladas en consecuencia.» Tal objeción no hace más que revelar muy abiertamente el verdadero estado de alma de aquel que la esgrime: un estado mundano, sin duda. «¡Nuestro rango en la sociedad!» Este terreno, sin duda, es el mundo. ¿Qué quiere decir realmente esta expresión, cuando se aplica a aquellos que profesan estar muertos al mundo? Hablar de nuestro rango en la sociedad, de nuestra «posición social», es negar los mismos fundamentos del cristianismo. Si tenemos un rango según el mundo, entonces se sigue que debemos vivir como hombres en la carne, o como hombres naturales, y entonces la ley tiene todo su imperio contra nosotros, pues “la ley se enseñorea del hombre entretanto que este vive” (Romanos 7:1). Este rango en la vida, esta posición social, viene a ser, pues, un asunto muy serio. Continuará...