APLAUSO DE CIELO 75 PARTE

 


APLAUSO DE CIELO 75 PARTE

…PORQUE SERÁN LLAMADOS HIJOS DE DIOS.

15: EL PALO ENGRASADO DEL PODER

Eva se tragó el anzuelo. La tentación de ser como Dios eclipsó su visión de Dios, y el crujido de una manzana hizo eco en el reino. Usted conoce el resto de la historia. Ahora bien, quizás sus flirteos con el poder no hayan sido tan evidentes. Sin duda, le causó gracia la idea de gastar seis mil dólares para asistir a un seminario de modales. Sin duda habrá sacudido la cabeza de asombro ante las compras masivas de acciones ejecutadas por los amos de Wall Street . Sin duda habrá quedado disgustado ante los asesinatos encargados por jefes y cabecillas de la droga. Ese tipo de jugada de poder no contiene atractivo alguno para usted. Si la serpiente intentara seducirlo mediante promesas de posición, usted lo mandaría derechito a la fosa, ¿verdad? ¿O acaso no lo haría? El «Rey de la montaña» se presenta de muchas maneras. Es la jefa que no elogia a sus empleados. Después de todo, a los trabajadores hay que mantenerlos en su lugar. Es el esposo que se niega a ser amable con su esposa. Sabe que si lo hace perderá su arma más poderosa: su temor a ser rechazada por él.

Es el empleado que antepone ambición personal a integridad personal. Es la esposa que se niega a la relación sexual con la doble finalidad de castigar y persuadir. Podría tratarse de quitar la vida de alguien, o tal vez quitarle el tumo a alguno. Podría tratarse de manipuleo con una pistola, o quizás manipuleo con un ceño fruncido. Podría tratarse de una toma de posesión de una nación ejecutada por un político, o la toma de posesión de una iglesia realizada por un predicador. Pero todas se deletrean de la misma manera: P-O-D-E-R. Todas tienen el mismo objetivo: «Obtendré lo que quiero a costa suya». Todas usan las mismas reglas de juego: presionar, empujar, arrebatar y mentir. Todas han escuchado a la misma serpiente, el mismo Lucifer mentiroso que susurra a los oídos de cualquiera que acepte escucharlo: «Serás como Dios». Y todas tienen el mismo fin: vanidad. Por favor preste cuidadosa atención a lo que estoy por decir. El poder absoluto es inalcanzable. Continuará...


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