DAVID: LA VIDA DE LA FE parte 37

 


DAVID: LA VIDA DE LA FE parte 37

2- EL VALLE DE ELA

La senda de una fe simple e infantil está totalmente fuera del alcance de la vista humana, y si los siervos del Señor llegan a caer en un estado carnal, y si el nivel de sus pensamientos desciende, no pueden comprender más el principio de poder que se encuentra en el alma de aquel que realmente actúa por la fe, y éste seguirá siendo incomprendido de diversas maneras; le serán atribuidos malos motivos, será acusado de ponerse adelante o de actuar según su propia voluntad, de manera independiente. Es lo que debe esperar aquel que “se pone en la brecha”, en un tiempo de decadencia espiritual general. En medio de la falta de fe de la mayoría, el hombre de fe queda solo, y, cuando es conducido a actuar de parte de Dios, puede estar seguro de que sus actos serán mal interpretados. 

Esto fue precisamente lo que ocurrió con David. No solamente fue dejado solo en el momento de la dificultad, sino que tuvo que sufrir los reproches y los sarcasmos de la carne que salen de la boca de Eliab, su hermano mayor. “Y oyéndole hablar Eliab su hermano mayor con aquellos hombres, se encendió en ira contra David y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido” (1 Samuel 17:28). Tal fue el juicio que Eliab pronunció sobre David y sus actos. “David respondió: ¿Qué he hecho yo ahora? ¿No es esto mero hablar?” (v. 29). David fue impulsado por una energía totalmente desconocida para Eliab, y no se preocupaba por defender su conducta delante de su altivo hermano. ¿Por qué Eliab no había actuado en defensa de sus hermanos, el pueblo de Israel? ¿Por qué Abinadab y Sama no lo habían hecho? Porque les faltaba fe; ésta era la sencilla razón. No sólo estos tres hombres estaban sin fuerza, sino que toda la congregación estaba sobrecogida de terror en presencia del enemigo, y ahora que aparece en la escena aquel por el cual Dios iba a actuar de manera maravillosa, nadie lo comprende. Continuará...


No hay comentarios.:

Publicar un comentario