EL HOMBRE DE DIOS Capítulo 19

 


EL HOMBRE DE DIOS

                        3- EL HOMBRE DE DIOS 

El querido apóstol estaba comenzando a sentir la fría indiferencia que se estaba extendiendo rápidamente sobre la iglesia profesante. Estaba probando la amargura de las esperanzas frustradas. Sintió el abandono de muchos que una vez habían profesado ser sus amigos y compañeros en esa gloriosa obra a la cual había dedicado todas sus energías. Muchos se avergonzaban del “testimonio de nuestro Señor” y de Su prisionero. No es que hayan dejado de ser cristianos ni que abandonaran la profesión cristiana; sino que le dieron las espaldas a Pablo, dejándolo solo en el día de la prueba. 

Ahora bien, en esas circunstancias, el corazón se vuelve con especial ternura a una fe y un afecto individual. Si uno estuviese rodeado de sinceros confesores de Cristo, de una gran nube de testigos, de un gran ejército de buenos soldados de Jesucristo; si la corriente de la devoción fluye alrededor de uno y simplemente lo lleva en su seno, no dependería tanto de las simpatías y de la comunión individuales. Pero cuando el estado general de cosas es bajo, cuando la mayoría se muestra infiel, cuando los antiguos compañeros nos abandonan, es entonces cuando la gracia personal y el verdadero afecto son especialmente valorados. El fondo oscuro de la decadencia general, pone de relieve la devoción individual. 

Esto es lo que vemos en la preciosa epístola que estamos considerando. Hace bien al corazón escuchar las comunicaciones del viejo prisionero de Jesucristo, que puede hablar de servir a Dios desde sus mayores con limpia conciencia, y del incesante recuerdo de su amado hijo y fiel compañero de yugo.  Es especialmente interesante notar que, ya sea en referencia a su propia historia o a la de su amado amigo, Pablo siempre se remonta a hechos de fecha muy temprana relacionados con la senda individual de cada uno, anteriores al tiempo en que se conocieron, como también al de, lo que podríamos llamar, sus asociaciones eclesiásticas —todos hechos importantes e interesantes en su lugar—. Continuará... 


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