COLECCION DE ESCRITOS MISCELANEOS TOMO 1 CAPÍTULO 59

Tomo I 11- JESÚS DESAMPARADO DE DIOS Salmo 22 Este salmo es, por excelencia, el salmo de Aquel que fue desamparado de Dios. En esto es único. Ello no significa que otros salmos no hagan referencia a la hora solemne de la cruz, o a la bendita Persona que se dirige aquí a Dios, sino que este salmo nos habla más que todos los demás de ello. Aquí no encontramos solamente al Señor tomando lugar entre los hombres, como Aquel que confiaba en Dios, tal como lo describe el salmo 16, en su inquebrantable confianza, mirando a la resurrección a través de la muerte, a la gloria a la diestra de Dios, sino que hallamos también un contraste. Es desamparado de Dios, pero se aferra tenazmente a Él y lo reivindica plenamente. No son sus enemigos los que afirman ahora que sea desamparado de Dios, aunque lo hayan dicho también, sino que es el Señor mismo, y lo dice a Dios. Jamás un creyente fue desamparado así, ni podría serlo. “En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los libraste. Clamaron a ti, y no fueron librados; confiaron en ti, y no fueron avergonzados. Mas yo soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. Todos los que me ven me escarnecen; estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: se encomendó a Jehová; líbrele él; sálvele, puesto que en él se complacía” (v. 4-8). Jamás hubo semejante hora para Jesús, ni podrá haber nunca otra igual. El bien y el mal, en esa hora, fueron puestos en presencia uno del otro en la única persona que podía resolver el enigma. Ambos se encontraron en Aquel que era perfectamente bueno, y que, no obstante, cargaba el mal de parte de Dios. Era la expiación. Este pensamiento no es el único que encontramos en este salmo, sino que Jesús hecho pecado es el primer y más profundo pensamiento. No hubo dolor que no conociera, ni vergüenza de la que haya sido librado. Los toros de Basán estaban allí, así como el león rapaz y rugiente; los perros lo rodearon (v. 12-13, 16). Continuará...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario