ACÉRCATE SEDIENTO Parte 21

 


ACÉRCATE SEDIENTO Parte 21

Primera parte Acepta Su Obra

DOS: Vacuna contra el pecado

«Ya no vivo yo», explicó Pablo, «mas vive Cristo en mí» (Gálatas 2.20). O como dijo a una iglesia: «¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?» (1 Corintios 3.16). En la salvación, Dios entra al corazón de sus otros adanes y sus otras evas. Él se instala en forma permanente dentro de nosotros. Es muy grandioso lo que esto significa. Cuando Dios vive y respira en uno (tal como lo hizo con Jesús), uno es librado de su vida muerta: "si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales" (Romanos 8.11).

Permíteme mostrar cómo funciona esto. Tuvieron que pasar trescientos años para que la plaga negra llegara a la aldea pintoresca de Eyam, Inglaterra. George Viccars, un sastre, abrió un paquete enviado desde Londres. Era la tela que había mandado traer, pero al abrirla y sacudirla, esparció unas pulgas infectadas por la plaga. En solo cuatro días cayó muerto y la aldea quedó condenada. Sin egoísmo alguno, los aldeanos se sometieron a sí mismos a cuarentena para proteger las regiones aledañas. Otras aldeas enterraron alimentos en un campo abierto y dejaron que los habitantes de Eyam murieran solos y sin ayuda. Sin embargo, para asombro de todos, muchos sobrevivieron. Un año más tarde, cuando algunos forasteros visitaron de nuevo la región, descubrieron que la mitad de los residentes habían resistido la enfermedad. ¿Cómo lo lograron? Habían tocado la plaga. La habían respirado. Una madre sobreviviente había enterrado a seis hijos y su esposo en el transcurso de una semana. El sepulturero había tocado a cientos de cadáveres infectados pero no había muerto. ¿Por qué no? ¿Cómo sobrevivieron?

Herencia. A través de estudios del ADN de los descendientes, los científicos encontraron indicios de un gen que bloquea la enfermedad. Este gen atrinchera los glóbulos blancos de la sangre de tal modo que impide el acceso de la bacteria. En otras palabras, la plaga podía entrar en contacto con el organismo de esas personas pero no matarlas. Por eso un segmento de la población que vivió sumergido en un océano infeccioso sobrevivió sin ser afectado. Todo porque tuvieron ancestros sanos. ¿Cuál fue el secreto para sobrevivir la plaga negra? Pertenecer al linaje correcto. 

Continuará...


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