ACÉRCATE SEDIENTO Parte 23

 


ACÉRCATE SEDIENTO Parte 23

TRES Cuando la gracia actúa profundamente

El hijo pródigo avanza lento por el sendero. Su hedor a cerdo obliga a que los transeúntes den un rodeo para evitarlo, pero él ni cuenta se da. Con los ojos pegados al piso ensaya su discurso: «Padre», empieza con voz casi inaudible, «he pecado contra el cielo y contra ti. No soy digno de ser llamado tu hijo». Repite las frases mientras se pregunta si debería decir menos o más, o tal vez regresar a la porqueriza. Después de todo, había recibido su parte de la herencia y arrastrado el nombre de la familia. Durante el año anterior había despertado en su cama con más gargantas secas, resacas, jaquecas, mujeres y tatuajes que una estrella de rock. ¿Cómo podría perdonarle su padre? Quizá podría ofrecerme a pagar las tarjetas de crédito. Está tan enfocado en planear su penitencia que no alcanza a escuchar a su padre, ¡que viene corriendo hacia él!

El papá abraza al chico mugriento y nauseabundo como si fuera un héroe de guerra recién llegado del campo de batalla. Ordena a los sirvientes que le traigan el mejor vestido, un anillo y calzado fino, como para decir: «Ningún hijo mío puede verse como un sucio cuidador de pocilgas. Preparen un banquete y traigan bebidas, ¡es hora de celebrar en grande!» Entretanto, el hermano mayor se queda de pie en el pórtico y se mortifica. «Nadie hizo nunca una fiesta en mi honor», murmura con los brazos cruzados. El padre trata de explicarle, pero el hijo celoso no quiere oír razones.

Resopla y encoge los hombros, gruñe y expresa su rechazo por la forma gratuita de aquel perdón, se monta en su corcel de soberbia y deja una nube de polvo al irse. Claro, tú sabes todo esto porque has leído la parábola del padre lleno de bondad y perdón y el hermano lleno de envidia y resentimiento (véase Lucas 15.11-32). Ahora bien, ¿estás al tanto de lo que sucedió a continuación? ¿Has leído el segundo capítulo de la historia? Es fascinante. El hermano mayor decide aguar la fiesta del perdón. Si papá no quiere hacer justicia al chico, lo haré yo. Continuará...


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