ACÉRCATE SEDIENTO Parte 25


 ACÉRCATE SEDIENTO Parte 25

TRES Cuando la gracia actúa profundamente

Demasiadas tareas. Mantener impecable la túnica, el anillo en su lugar y las sandalias presentables. ¿Quién podría cumplir todos esos requisitos? El mantenimiento de sus regalos empieza a volverse tarea enojosa para el joven, que ahora opta por evitar al padre a quien siente que no puede agradar. Deja de usar los regalos que no puede cuidar bien, y hasta empieza a añorar aquellos días más simples y entretenidos en la porqueriza. «Allá nadie me acosaba ni presionaba». Ese es el resto de la historia. ¿Te preguntas dónde lo encontré? En la página 1892 de mi Biblia, en el libro de Gálatas. Gracias a algunos hermanos mayores legalistas, los lectores de Pablo habían pasado de recibir la gracia a someterse a la ley. Su vida cristiana había alcanzado el nivel de gozo de una endoscopia gástrica. Pablo estaba desconcertado.

Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo ... sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado (Gálatas 1.6-7; 2.16). En la iglesia de Roma también se habían infiltrado ladrones del gozo, y Pablo recordó a los creyentes: «Mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia» (Romanos 4.5). Los cristianos de Filipos oyeron las mismas necedades. Los hermanos mayores no les dijeron que se pusieran el anillo en el dedo pulgar, sino que les insistieron en que debían circuncidarse para ser salvos (cf. Filipenses 3.2). Continuará...


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LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS