ACÉRCATE SEDIENTO Parte 27

 


ACÉRCATE SEDIENTO Parte 27

TRES Cuando la gracia actúa profundamente

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe (Efesios 2.4-9). Mira cómo nos define la gracia. Nosotros estamos:

• vivos espiritualmente: «nos dio vida» (v. 5) • ubicados en el cielo: «nos hizo sentar en los lugares celestiales» (v. 6) • conectados a Dios: «juntamente con Cristo Jesús» (v. 6) • desplegando su misericordia: «para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros» (v. 7) • seguros para siempre: «por gracia sois salvos» (v. 8)

La gracia te define. A medida que la gracia se incorpora y penetra en tu ser, las etiquetas terrenales se desvanecen. La sociedad te rotula como una lata en línea de ensamblaje. Estúpido. Improductivo. Lento para aprender. Charlatán. El que se da por vencido. Tramposo. La gracia se infiltra y las críticas se desvanecen. Tú sabes que no eres quien ellos dicen. Tú eres quien Dios dice que eres. Vivo, espiritual, ubicado en el cielo, conectado al Padre, una demostración real de la misericordia divina y un heredero legítimo.

Por supuesto que no todos los rótulos son negativos. Algunos en el mundo te consideran una persona atractiva, inteligente, exitosa o eficiente. Sin embargo, ni siquiera el puesto máximo de la Casa Blanca se podría comparar con el honor de estar sentado «en los lugares celestiales con Cristo Jesús». La gracia es lo que crea la hoja de vida del cristiano. Por cierto fue así como sucedió en el caso de Mefi-boset, cuya vida fue radicalmente restaurada. Después de asumir el trono de Saúl, David preguntó: «¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán?» (2 Samuel 9.1). Continuará...


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