LA PLENA SUFICIENCIA DE CRISTO CAPÍTULO 17

2- NUESTRA SEGURIDAD DEL PERDÓN DE LOS PECADOS Pero, ¡alabado sea por siempre el Dios de toda gracia!, no es sólo el perdón de pecados lo que se nos anuncia mediante la muerte expiatoria de Cristo. Esto ya sería de por sí un beneficio y una bendición de primerísimo orden; y, según hemos visto, disfrutamos de ello conforme a la paciencia del corazón de Dios y conforme al valor y la eficacia de la muerte de Cristo, según la estimación que Dios da a esa muerte. Pero, además del pleno perdón de los pecados, tenemos también una completa liberación del poder actual del pecado. Completa liberación del poder actual del pecado Éste es un punto muy importante para todo el que ama de veras la santidad. Conforme a la gloriosa economía de la gracia, la misma obra que garantiza la plena remisión de los pecados, ha quebrantado para siempre el poder del pecado. No sólo han sido borrados los pecados de la vida, sino que ha sido condenado también el pecado de la naturaleza. El creyente tiene el privilegio de considerarse a sí mismo como muerto al pecado. Y, con corazón alegre, puede cantar: Por mí Señor Jesús moriste, Y yo he muerto en ti Mis cadenas rotas fueron porque reviviste Y ahora tú vives en mí El rostro del Padre, de gracia radiante Brilla ahora en luz en mí Continuará...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario