LA ASAMBLEA DE DIOS CAPÍTULO 5

1- HAY UNA ASAMBLEA DE DIOS EN LA TIERRA ¡Cuán vasta es la diferencia! Es justamente la que existe entre Dios y el hombre. Pero se nos puede pedir que presentemos las pruebas bíblicas de que hay en esta tierra una Asamblea de Dios, por lo cual procederemos de inmediato a proporcionarlas; pero antes permítasenos decir que, sin la autoridad de la Palabra, todas las afirmaciones sobre puntos como éste carecen totalmente de valor. Por lo tanto, “¿qué dice la Escritura?” (Romanos 4:3). Nuestra primera cita será ese famoso pasaje de Mateo 16: “Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista, otros Elías; y otros Jeremías, o alguno de los profetas. Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi asamblea (ekklesia)[2] y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (v. 13-18). Aquí nuestro bendito Señor anuncia su propósito de edificar una asamblea, y revela el verdadero fundamento de ella, a saber: “Cristo, el Hijo del Dios viviente.” Éste es un punto sumamente importante en nuestro tema. El edificio está fundado sobre la Roca, y esa Roca no es el pobre Pedro, quien puede fallar, tropezar, errar, sino Cristo, el eterno Hijo del Dios viviente; y cada piedra de ese edificio participa de la Roca viviente, la cual, al ser victoriosa sobre todo el poder del enemigo, es indestructible[3]. Además, un poco más adelante en el evangelio de Mateo llegamos a un pasaje igualmente familiar. Continuará...

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