LA ASAMBLEA DE DIOS CAPÍTULO 9

1- HAY UNA ASAMBLEA DE DIOS EN LA TIERRA Pero prosigamos con nuestras pruebas bíblicas. En los Hechos de los Apóstoles, o más bien los Hechos del Espíritu Santo, encontramos la Asamblea formalmente establecida. Un pasaje o dos serán suficientes: “Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:46-47). Tal era el sencillo orden apostólico del principio. Cuando una persona se convertía, tomaba su lugar en la Asamblea; no había dificultad para admitirla, no había sectas ni partidos que reclamaran para sí el derecho a ser considerados una iglesia, como si tuvieran una causa propia o un interés particular. Sólo había una cosa: la Asamblea de Dios, donde él moraba, actuaba y gobernaba. No era un sistema formado según la voluntad, el juicio o incluso la conciencia del hombre. El hombre aún no había emprendido la tarea de hacer una iglesia. Ése era trabajo de Dios. Era sólo incumbencia y prerrogativa de Dios tanto reunir a los salvos como salvar a los dispersos. ¿Por qué —podemos preguntar con razón— esto debe ser diferente ahora? ¿Por qué el regenerado debe buscar algo que esté más allá, o algo que sea diferente a la Asamblea de Dios? ¿No es suficiente estar en la Asamblea de Dios? El lugar donde Él mora, actúa y gobierna, ¿no es, acaso, el único lugar donde todos los suyos deberían estar? Sin duda que sí. ¿Deberían contentarse con alguna otra cosa? Seguro que no. Reiteramos enfáticamente: o eso o nada. Lamentablemente, es cierto que la caída, la ruina y la apostasía han entrado. Ha crecido la vigorosa corriente del error y ha arrasado muchos de los antiguos hitos de la Asamblea. La sabiduría del hombre y su voluntad, o, si se lo prefiere, su razón, su juicio y su conciencia han puesto manos a la obra en asuntos eclesiásticos, y el resultado aparece ante nosotros en las casi innumerables y desconocidas sectas y partidos de la actualidad. Continuará...

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