COLECCION DE ESCRITOS MISCELANEOS TOMO 1 CAPÍTULO 92

Tomo I 14 LA COMPASIÓN Y LA GRACIA DE JESÚS (Lea cuidadosamente Mateo 14:1-21 y Marcos 6:30-44) “Y él les dijo: Venid vosotros mismos aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que venían e iban; de manera que ni para comer tenían tiempo” (Marcos 6:31 V.M.). Aquí nosotros nos dirigimos a un punto en el cual las glorias morales de Cristo brillan con reflejo extraordinario y corrigen el egoísmo de nuestros pobres y estrechos corazones. Aquí nosotros somos enseñados con inequívoca claridad que hace a Jesús el depositario de nuestros pensamientos y sentimientos, lo cual nunca a de producir en nosotros un espíritu de arrogante suficiencia e independencia, o un sentimiento de desprecio hacia otros. Por el contrario. Aún es más, nosotros tenemos que ver con Jesús, el gran deseo es que nuestros corazones sean abiertos para encontrar las formas variadas de las necesidades humanas que puedan presentarse a nuestra vista de día en día. Esto es cuando nosotros venimos a Jesús y derramamos nuestros corazones completamente delante de Él, hemos de contarle a Él de nuestros sufrimientos y nuestros gozos, y dejar toda nuestra carga a sus pies, para que nosotros realmente aprendamos de que modo sentir por otros. Hay gran belleza y poder en las palabras “Venid vosotros aparte”. Él no dice “Marchaos”. Esto nunca lo haría. Sería inútil irnos aparte a un lugar desierto si Jesús no ha de estar allí. Entrar en la soledad sin Jesús es para hacer de nuestros corazones fríos y estrechos, mucho más fríos y estrechos todavía. Yo podría retirarme de la escena que me rodea en mortificación y desilusión, y envolverme así en un egoísmo impenetrable. Continuará...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario